“No se le pasa por la cabeza renunciar”, dice el periodista que le ayudó a escribir 'Vida' Fabio Marchese Ragona: “Las reformas de Francisco son las que pidió el Colegio Cardenalicio”

Fabio Marchese Ragona, con Francisco
Fabio Marchese Ragona, con Francisco Mediaset

“Vida: Mi historia a través de la Historia” es el título de la completa obra en la que el papa Francisco, ayudado por el periodista italiano Fabio Marches Ragona, emprende un riquísimo e interesante ejercicio intelectual de cruzar en 265 páginas los momentos más importantes de la historia universal del último siglo con los puntos más importantes de su propia biografía

Un libro en el que Francisco, por ejemplo, dice que no tiene planes de renunciar y que no está sufriendo de ningún problema de salud que lo obligara a hacerlo, sino que, por el contrario, todavía tiene “muchos proyectos para llevar a buen término”

"Es también un libro sobre el futuro. Quise, cuando le presenté el índice, que el último capítulo sea sobre la historia aún por escribir, pensando también en el mañana. Noté un gran entusiasmo en el Papa sobre las cosas que aún tiene para hacer. Me ha contado cómo ve el futuro, con muchas ganas de hacer cosas: me dijo que tiene todavía viajes por delante, el Jubileo, el Sínodo, las reformas con el C9 en la Iglesia"

“Vida: Mi historia a través de la Historia” es el título de la completa obra en la que el papa Francisco, ayudado por el periodista italiano Fabio Marches Ragona, emprende un riquísimo e interesante ejercicio intelectual de cruzar en 265 páginas los momentos más importantes de la historia universal del último siglo con los puntos más importantes de su propia biografía. Un libro en el que Francisco, por ejemplo, dice que no tiene planes de renunciar y que no está sufriendo de ningún problema de salud que lo obligara a hacerlo, sino que, por el contrario, todavía tiene “muchos proyectos para llevar a buen término”.

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En diálogo con RD, Marchese Ragona descifró algunas de las claves de lectura de un libro en el que periodista y Pontífice se pusieron de acuerdo para la elección de los grandes hitos del mundo que servirían como disparadores para contar la historia de Bergoglio antes de ser Papa, un punto clave según el periodista para ayudar a entender la figura y la acción del hoy Papa.

¿Cómo surgió la idea del libro?

Fue mi idea hacer este libro, se lo propuse al Papa en base a una primera reflexión que era mi curiosidad sobre qué estaba haciendo el Papa en distintos momentos históricos. Con la llegada del hombre a la Luna, la pandemia o el fin de las guerras, y esta era una curiosidad que me daba vueltas en la cabeza.

También está el tema del rol que pueden tener los ancianos en la vida de los jóvenes. El Papa suele decir que los ancianos son descartados a menudo y pide que haya un contacto entre ellos, para que se un aprendizaje. El Papa me dijo “también yo soy un anciano y así puedo testimoniar lo que ha sido mi vida para que no se repitan errores que se hicieron en el pasado”.

Y una tercera premisa fue que le pedí al Papa que contara él mismo lo que ha sido su vida, porque ha habido muchas reconstrucciones equivocadas. Por ejemplo, las acusaciones que recibió por la dictadura en Argentina. Así que le envié un índice, le gustó y aceptó mi propuesta. Los temas fueron una elección compartida.

Fabio Marchese Ragona, con el Papa
Fabio Marchese Ragona, con el Papa Harpers Collins

En el libro se van entrecruzando las anécdotas, el análisis de cada uno de los grandes sucesos pero también aparecen algunas claves interpretativas para el mundo de hoy. Es, en ese sentido, mucho más que un libro de “Historia”…

Es un libro de actualidad y no solo de historia. Al fin los eventos de la historia tienen tanta relación con lo que pasa hoy y así el Papa puede enviar mensajes actuales como por ejemplo las guerras de hoy. Era también una oportunidad para escuchar la voz del Papa no solo sobre su vida, sino sobre cómo debería ir el mundo. Y estos mensajes nos ayudan a entender cómo está el mundo.

En la misma dirección, el propio Pontífice habla también de lo que son algunos de los grandes desafíos que tiene por delante…

Es que es también un libro sobre el futuro. Quise, cuando le presenté el índice, que el último capítulo sea sobre la historia aún por escribir, pensando también en el mañana. Noté un gran entusiasmo en el Papa sobre las cosas que aún tiene para hacer. Me ha contado cómo ve el futuro, con muchas ganas de hacer cosas: me dijo que tiene todavía viajes por delante, el Jubileo, el Sínodo, las reformas con el C9 en la Iglesia.

Yo veo a una persona de 87 años que en su cabeza tiene todavía tanto trabajo por delante. Y esto me ha hecho entender que no se le pasa por la cabeza la renuncia. Quiere seguir adelante

¿Y cómo ve usted al Papa?

Yo veo a una persona de 87 años que en su cabeza tiene todavía tanto trabajo por delante. Y esto me ha hecho entender que no se le pasa por la cabeza el tema de la renuncia. Veo que quiere seguir adelante.

Uno de los temas del “futuro” que aparece con fuerza es el de la segunda parte del Sínodo dedicado a la Sinodalidad, que se hará este octubre en Roma. ¿Qué significado cree usted que tendrá para la Iglesia?

Creo que, como todos los otros sínodos, son momentos fundamentales para la vida de la Iglesia, porque se reflexiona sobre el estado actual y las problemáticas por afrontar, al tiempo que puede aconsejar al Papa sobre las decisiones que hay que tomar. Y en este Sínodo, en particular, veo que la Iglesia se está analizando a sí misma, se habla a sí misma y se dice que tiene que escuchar al pueblo y dejar de ser autorreferencial. Estar en salida hacia el pueblo. Que es un poco la característica de una Iglesia en salida y misionera que predica el Papa. Y esto, para mí, es muy importante porque la Iglesia está buscando rediseñarse, adaptándose a cómo está andando el mundo y yendo al encuentro de la gente.

¿Cómo ve las reformas del Papa y los cuestionamientos que recibe por ellas?

Cuando el Papa hizo el famoso discurso en las Congregaciones Generales (que en el libro lo llama su “condena”, porque a partir de entonces se empezó a hablar de él como posible Papa) decía esto mismo, que debía haber una Iglesia misionera, en salida y no autorreferencial. Y eso me gusta, que todo lo que está tratando de hacer lo hace porque los cardenales durante las Congregaciones Generales se lo pidieron. Él está simplemente haciendo, con su modalidad, el pedido del Colegio de Cardenales y no porque se levantó un día y lo quiso así. Obviamente, con su impronta, con su forma, pero fue el Colegio el que pidió esa reforma. Y él la está llevando adelante.  

Creo que el mundo católico sabe bien que el Papa tiene un peso muy importante como autoridad moral a nivel global. Está esa conciencia. El mundo de la Iglesia está formado de varias almas, la que critica, la que no, la que toma otras posiciones. Hay una conciencia de que las palabras de este Papa pueden ser mejor comprendidas si se entiende quién era Jorge Mario Bergoglio antes de ser Papa. Alguno puede pensar que porqué habla tanto de un tema u otro, y con el libro puede ver cuáles fueron sus sensibilidades muy fuertes a lo largo de su vida. Se puede entender mejor el pontificado conociendo mejor quién era él. Él no cambió nunca. Siempre estuvo con los pies en la Tierra.

A nivel personal, ¿qué sentía usted cada una de las cuatro veces en las que se reunió con Francisco para el libro, además de las llamadas telefónicas y correos electrónicos que intercambiaron durante la escritura?

Una sensación de gran generosidad y humildad. El Papa es el Papa, pero tiene una sencillez que hace sentir amado a su interlocutor, nunca marca la distancia, porque es el Papa, es muy cercano. Me asombró tener una persona así de importante que te hace sentir verdaderamente amado.

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