Cuántas personas reconocen no haber visitado los museos de su propia ciudad y, a la vez, no perderse los iconos turísticos de los lugares que visitan de vacaciones. Parece un extraño “clásico”, una habitual incoherencia. 

La Semana Santa es un ejemplo más de este comportamiento que hace que muchos visitantes sepan de nuestra ciudad más que sus propios habitantes.

Es un fenómeno curioso que si nos desplazamos en estas fechas a otras localidades incluyamos dentro del programa no perdernos al menos alguna de las procesiones, pero si nos quedamos en casa esa opción ni se contempla.

Consultamos la ubicación, horarios y precios de museos y sabemos de antemano alguna de las joyas del arte que vamos a visitar, pero luego desconocemos por completo las obras de arte que albergan los museos de nuestra ciudad. 

Me dirijo en esta ocasión a los ciudadanos de Vitoria-Gasteiz para recordarles que la celebración de la Semana Santa con procesiones en esta ciudad  se remonta al año 1538 fecha de creación de la Cofradía dela Vera Cruz, la más antigua; que por nuestras calles procesionan imágenes de gran valor artístico como el Ecce Homo, una talla flamenca del siglo XV; o la reliquia de la Santa Espina que se custodia en la iglesia de Berrosteguieta y que su llegada hasta nosotros se remonta a 1555. 

Y para estas fechas qué más oportuno que el Museo de Arte Sacro donde poder contemplar

obras únicas y de enorme valor como por ejemplo el Tríptico de la Pasión de Salinas de Añana, la Lamentación sobre Cristo muerto de Gaspar de Crayer, el Cristo de José de Ribera o el Descendimiento de la escuela de Van der Goes.

En definitiva, si esta Semana Santa la opción es vivirla en casa quizá una alternativa lúdica, y también devota para quien lo desee, es imaginarte que eres un turista más. 

Y como aperitivo dejo este video en mi canal de YouTube que habla sobre el Cristo de Ribera que se puede ver en el Museo de Arte Sacro de la Catedral