“¡Una Iglesia sinodal es una bandera levantada entre las naciones que siembran muerte!” Cardenal Grech: "En la Iglesia de la escucha, los obispos escuchan al pueblo de Dios, y también Pedro necesita escuchar”

El cardenal Grech con el papa Francisco
El cardenal Grech con el papa Francisco Vatican Media

“Sería un error si en el Sínodo participaran sólo las élites, los teólogos o los obispos. Este es uno de los puntos de inflexión de Francisco. En el pasado, el sínodo era un evento reservado a los obispos. Esta vez estuvo abierto a la participación de toda la Iglesia”

“Personalmente, siempre imagino a la Iglesia como un arco iris, con colores que no se excluyen, sino que, juntos, crean armonía. Una armonía que, obviamente, faltaría donde hubiera un conflicto”

También reconoce Grech que en América Latina, de donde procede Jorge Mario Bergoglio, “tienen una ventaja en cuanto a la sinodalidad, la Teología del Pueblo de Dios es central en la eclesiología latinoamericana, allí la jerarquía está al servicio del Pueblo de Dios"

“En la Iglesia de la escucha, los obispos escuchan al pueblo de Dios, y también Pedro necesita escuchar”. No cabía esperar menos que una defensa cerrada del actual clima sinodal de quien es el secretario general del Sínodo, el cardenal maltés, Mario Grech. Y lo ha vuelto a reivindicar en Suiza, en donde ha participado en un encuentro con la Conferencia Episcopal helvétiva, que tiene una tradición más asentada que otras en la cuestión de la escucha y la sinodalidad.

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Pero Grech no reivindica solo ese espíritu únicamente para el organismo eclesial. Él invita a que se tome nota de él en el concierto de las naciones. “Las guerras y los conflictos confirman cuánto necesitamos aprender a caminar juntos. ¡Una Iglesia sinodal es una bandera levantada entre las naciones que siembran muerte! Una Iglesia sinodal significa caminar juntos para escucharnos unos a otros. Y cuando digo escucharnos, no me refiero sólo al intercambio de opiniones”, señala en entrevista con Il Corriere del Ticino.

“El Santo Padre está convencido de que el camino de la Iglesia del futuro es el sinodal: todo el pueblo de Dios debe poder encontrar un camino para caminar juntos, porque trae la presencia del Espíritu Santo como una riqueza, y sólo todos juntos podremos discernir su voz”, admite el purpurado, quien también reconoce que en América Latina, de donde procede Jorge Mario Bergoglio, “tienen una ventaja en cuanto a la sinodalidad, la Teología del Pueblo de Dios es central en la eclesiología latinoamericana, allí la jerarquía está al servicio del Pueblo de Dios".

Francisco con el cardenal Grech en una d las sesiones del Sínodo sobre la Sinodalidad
Francisco con el cardenal Grech en una d las sesiones del Sínodo sobre la Sinodalidad

Igualmente, Grech reivindica la actual organización del Sïndo, más abierto a la participación: “Sería un error si en el Sínodo participaran sólo las élites, los teólogos o los obispos. Este es uno de los puntos de inflexión de Francisco. En el pasado, el sínodo era un evento reservado a los obispos. Esta vez estuvo abierto a la participación de toda la Iglesia”.

"Imagino a la Iglesia como un arco iris"

Del mismo modo, el secretario general del Sínodo defiende la diversidad de posiciones que se han recogido durante la fase preparatoria del Sínodo sobre la Sinodalidad, que entiende que no socaban la comunión. “Cuando hablamos de unidad, de comunión, no nos referimos a la uniformidad del pensamiento. Hay unidad en las diferencias, hay puntos comunes y diferentes espacios para las diversas experiencias, según el ‘lugar’ [geográfico de procedencia]”. “Personalmente, siempre imagino a la Iglesia como un arco iris, con colores que no se excluyen, sino que, juntos, crean armonía. Una armonía que, obviamente, faltaría donde hubiera un conflicto”.

Grech (tercero por la derecha), en la presentación de los documentos para la segunda sesión del Sínodo
Grech (tercero por la derecha), en la presentación de los documentos para la segunda sesión del Sínodo Vatican Media

En este sentido, al referirse al debate sobre el diaconado femenino -que ya no se votará en esta segunda asamblea sinodal prevista para el próximo mes de octubre en Roma, sino que ha sido encargado, junto con otras cuestiones teológicas, a un grupo de especialistas que habrá de emitir un informe ante de junio de 2025-, señala que “el diaconado femenino y un espacio diferente para las mujeres en la Iglesia son una profundización natural de la voluntad del Señor, expresan y demuestran el dinamismo inherente a la historia de la Iglesia”.

Finalmente, y dado su origen maltés, tierra a donde arriban con regularidad botes con inmigrantes que buscan el sueño de alcanzar Europa, el cardenal Grech afirma rotundo que “lo que ocurre en el Mediterráneo es vergonzoso. Es vergonzoso que Europa y gran parte del mundo político cierren los ojos y el corazón ante este drama humano. También nosotros, como Iglesia, tenemos que sentir vergüenza, a pesar de que existen hermosas páginas de comunidades y párrocos que acogen a los inmigrantes. Debemos trabajar por la convivencia humana, ayudar a la sociedad en esto, abrir nuestro corazón a las personas que huyen con la esperanza de poder vivir una vida mejor y más digna”.

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